Buenas Prácticas Docentes desde la subjetividad estudiantil

Abstract

La precisión de lo que puede ser considerado como una buena práctica puede fijarse desde una perspectiva moralista, no pedagógica ni psicológica; aspecto que influye en la educación superior. Algunas cátedras no aportan al desarrollo personal y profesional de los alumnos, por ello es indispensable conocer la percepción de los estudiantes universitarios sobre las buenas prácticas docentes para descubrir el impacto que han tenido esos aprendizajes en su profesionalización. Al mismo tiempo, reflexionar sobre los factores que intervienen en la subjetividad del estudiante para estimar que una práctica docente es buena. Los participantes fueron egresados de la Carrera de Psicología de la Universidad de Guayaquil. El método empleado fue fenomenológico con un muestreo intencional. La información se obtuvo por observación, lista de cotejo y entrevista en profundidad; y los resultados indicaron que en las percepciones de los encuestados se priorizan los fundamentos cognitivos para denominar la praxis docente como buena, dejando de lado el componente afectivo y rasgos de personalidad. Se concluyó que las buenas prácticas docentes demandan ser holísticas e integrales, abarcando el pensar y sentir, lo ético, personológico y social, elementos no considerados perceptivamente por los universitarios. Una buena práctica docente es desafiante porque implica romper con la rigidez de las normativas institucionales. Es necesario flexibilizar la práctica docente para lograr una educación libre y crítica.